La piel no es perfecta. Hasta los famosos tienen acné. Hay varios factores en juego cuando se trata de su aparición: los cambios hormonales, la elección incorrecta de un limpiador facial o algunos ingredientes de tu dieta. La mejor manera de lidiar con la situación es dejarlo pasar, el tiempo hará su efecto.
La exfoliación juega un papel clave para evitar brotes, ya que elimina las células muertas y evita la obstrucción de los poros. Asegúrate de hidratar la piel antes de exfoliar, recuerda elegir productos que satisfagan tus necesidades según el tipo de piel que tengas. Por ejemplo, la piel grasa no necesita ingredientes pesados, mientras que la piel sensible necesita fórmulas especiales.
Los efectos perjudiciales que las cantidades de azúcares o carbohidratos pueden tener sobre la piel son muy conocidos, al igual que las consecuencias de los alimentos picantes. Pero, ¿has oído que la leche y los productos lácteos también pueden dañar la piel? Para empezar, la ingesta de leche hace que nuestros niveles de insulina aumenten, lo que estimula la migración de queratinocitos que acumulan células de la epidermis, lo que da lugar a que se obstruyan nuestros poros o nos salgan granos. La leche que consumimos también contiene un ingrediente que eleva los niveles de andrógenos, lo que conduce a un aumento de secreción de sebo, y de nuevo, al acné. ¡Tenlo en cuenta la próxima vez!
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