Piel seca vs. Piel deshidratada
Antes de pasar a los consejos y tratamientos para la sequedad y la deshidratación, examinemos primero la diferencia entre ambas. La piel seca se refiere a un tipo de piel que se caracteriza por tener un desequilibrio en los aceites de la piel. Mientras que la piel deshidratada es un estado que puede darse en cualquier tipo de piel, en el que la piel carece de agua en lugar de grasa. Para complicar las cosas, pueden incluso coincidir. Es un hecho y bastante común: ¡incluso las pieles grasas pueden deshidratarse también!
La piel necesita un equilibrio de grasa y agua para mantener su salud. No hace falta decir que unos buenos productos para el cuidado de la piel y una rutina diaria son esenciales para mantenerla sana, pero el cuidado de la piel no es la única solución. Hemos reunido nuestros mejores trucos para ayudarte a cuidar la piel seca y deshidratada. Sigue leyendo para saber más.
1.Evitar el exceso de limpieza
Pasar horas bajo el agua es tendencia. Sí, el confinamiento nos hace pasar más tiempo del que deberíamos en la bañera. Es una forma lujosa de ayudar a sobrellevar la cuarentena porque un baño te da un increíble momento de autocuidado y relajación. Pero, desgraciadamente, sumergirse en una bañera caliente no es agradable para la piel seca. ¿Qué tal entonces una ducha caliente? No, exponer la piel deshidratada a largos periodos bajo el agua caliente puede despojar a la barrera cutánea de su protección natural. Intenta mantener el agua templada (no caliente) y minimiza el tiempo que pasas bajo el vapor: los dermatólogos suelen recomendar ducharse durante no más de 5-10 minutos. Mejor para tu piel y mejor para el planeta.
2. Cuidado de la piel al rescate
Los productos que contienen detergentes y fragancias pueden aumentar aún más los signos de sequedad de la piel. Utilizar un limpiador suave o lechoso ayudará a retener los aceites naturales de tu piel y a proteger su humedad. Elige siempre un limpiador facial sin alcohol y aplica tu crema hidratante sobre la piel húmeda; esto puede ayudar a que la epidermis absorba mejor los productos de tu rutina.
La hidratación es la solución obvia para calmar la piel deshidratada. Pero las pieles secas y deshidratadas prefieren unos ingredientes a otros. Una crema hidratante formulada con Manteca de Karité, Minerales, Glicerina, Ácido Hialurónico o Ceramidas ayudará a tu piel a retener el agua y aliviar la incómoda sequedad. Así que comprueba las etiquetas y aplica la hidratación que necesites.
Incluso si tienes la piel grasa, una crema en lugar de una loción puede ser tu mejor opción. Sugerimos una fórmula no grasa y ligera, desarrollada específicamente para las pieles mixtas para mejorar la hidratación a la vez que se equilibran los brillos.
3. Humedece tu hogar
Independientemente de la estación del año, quieres que tu piel se sienta cómoda y protegida. Sin embargo, los climas fríos pueden ser especialmente duros para la piel. Cuanto más frío es el ambiente, menos humedad hay, y el aire seco puede provocar sequedad en la piel.
Por ahora, la pandemia nos hace pasar una cantidad considerable de tiempo en el interior, confinados en nuestras casas. Para ayudar a mantener tu entorno (y tu piel) confortable, considera la posibilidad de comprar un humidificador. Añadir humedad a la habitación aumenta el nivel de humedad del aire y, a su vez, ayuda a que la barrera de la piel se mantenga hidratada.
Las plantas de interior son humidificadores naturales, y también pueden ayudar. Las plantas liberan agua en un proceso llamado transpiración. A medida que el agua se desplaza por sus hojas y tallos, añade los tan necesarios vapores al reseco aire interior. Sólo hay que recordar que hay que mantener las plantas hidratadas regando la tierra y rociando sus hojas con frecuencia.
4. Cuando se trata de tu vestuario...
Si la fiebre de la cabaña se está instalando como resultado del distanciamiento social, probablemente estés deseando cambiar de aires. Antes de aventurarte (con seguridad) a salir al exterior, recuerda proteger la piel desgastada por el clima cubriéndola. Los guantes, el gorro y la bufanda mantendrán el aire frío alejado de la piel; además, cubrirse puede ayudarte a evitar los poros cerrados, los labios agrietados y la piel tirante y agrietada.
Los tejidos de fibras naturales suelen ser más transpirables y suaves para la piel seca. El uso de materiales como el algodón, el bambú, la seda o las lanas suaves (alpaca, cachemira, merino, son ejemplos acogedores que) no dejarán tu piel suplicando ser raspada. Y no hay mejor armadura que el SPF, úsalo todos los días para evitar que el sol abrase o reseque la piel.
5. Replantea tu dieta
Hidratar el cuerpo es vital para la salud. Es una afirmación obvia, pero ¿bebes suficiente agua? Aunque la recomendación diaria es de ocho vasos al día, si eres activo tendrás que aumentar la ingesta. Cuanta más hidratación pierda, más hidratación necesitará.
Teniendo en cuenta la relación entre lo que ingieres y la salud de tu piel, merece la pena echar un vistazo a tu dieta en general. También puedes hidratar el cuerpo comiendo más frutas y verduras ricas en agua. Además, aumentar la ingesta diaria de Ácidos Grasos esenciales puede ayudar a fortificar las barreras oleosas naturales de la piel. Considera incluir fuentes de pescado graso, un puñado de frutos secos o un suplemento de omega-3 + omega-6 para ayudar a las necesidades de la piel deshidratada.
¡Manténgase seguro y felizmente hidratado!