FIEL A TUS RUTINAS
Cuando nos adentramos en las vacaciones, solemos flexibilizar nuestras rutinas y perder los buenos hábitos que venimos adoptando durante el resto del año. Pero, si lo que buscas es una piel perfecta, es esencial cumplir con la rutina de cuidado facial día tras día. Gracias a esa rutina, eliminarás la suciedad, las impurezas, el exceso de grasa y mantendrás los niveles de hidratación de la piel. Además, en Navidad solemos maquillarnos más y con más frecuencia, por lo que es aún más importante si cabe el hecho de desmaquillarnos correctamente antes de dormir cada noche.
AGUA ABUNDANTE
La Navidad es tiempo para disfrutar en familia, pero todos sabemos que también suelen ser fechas en las que nos excedemos con la comida y la bebida. El alcohol suele dejar la piel apagada y deshidratada y eso no es algo de lo que queramos presumir la noche siguiente. Prueba a beber gran cantidad de agua antes de un evento en el que sepas que vas a tomar bebidas alcohólicas y bebe un vasito de agua entre copa y copa.
ADIÓS ESTRÉS
Los eventos familiares pueden llegar a ser algo estresantes y como sabes, el estrés se deja ver en tu piel. Adopta tu modo más “zen” y lidia con los temas familiares de la mejor manera posible. Tómate un té, desestresa tu piel con un tratamiento purificante y dedícate a leer tu libro favorito. ¡Cualquier cosa que te ayude a relajarte será bien recibida!
COMIDA SANA
Aunque la Navidad se caracteriza por comidas y cenas copiosas, también es bueno alternar con algo de comida sana. Asegúrate de que tu piel obtiene las vitaminas y minerales que necesita preparándote una deliciosa ensalada. Un rico plato de verduras contiene un gran poder antioxidante, combate el estrés oxidativo y nutre la piel.
SUEÑO REPARADOR
Con tantas noches especiales y fiestas hasta la madrugada, nos olvidamos que a nuestra piel también le afecta la falta de sueño y como respuesta, su complexión se torna grisácea, apagada y aparecen las odiosas ojeras. Intenta dormir al menos 6-8 horas. Diferentes estudios han demostrado que la regeneración celular, tan importante para el rejuvenecimiento de la piel, se acelera durante la noche mientras nuestro cuerpo descansa. Esto sugiere que una noche de sueño reparador hace que la piel se muestre fresca, radiante y luminosa a la mañana siguiente.