Sanna Franklin: “Me encanta el verano! El sol, la arena y el calor. Durante mi vida, he experimentado muchos cambios climáticos. He vivido en Estocolmo y en Nueva York, y con las bajas temperaturas que se viven en ambos países, me he convertido en una auténtica especialista preparando mi cuerpo para la llegada del calor.”
1. EXFOLIAR
Procura exfoliar tu cuerpo cada dos semanas para prevenir las asperezas. Las zonas más susceptibles son los codos y las rodillas, aunque no debemos olvidarnos también las piernas. Suelo usar una crema de ducha hidratante y utilizo un exfoliante mientras me ducho.
2. DEPILAR
El verano y el calor traen consigo el uso de tejidos fluidos, ropa más suelta y la consiguiente responsabilidad de lucir unas piernas bien depiladas. Piernas, axilas y la línea del biquini son las 3 claves de una depilación perfecta. Pero, para evitar cortes e irritaciones es importante no presionar el exceso la cuchilla al pasar sobre la piel ni prolongar el uso de una cuchilla vieja que comienza a perder su efectividad. No olvides extender siempre antes sobre la piel un gel depilatorio que favorezca su deslizamiento y que facilite la identificación de las zonas que hay que depilar.
¿Tu piel se ha irritado demasiado? ¡No te preocupes! Humedece la zona con agua fría y evita cualquier tipo de producto corporal que contenga alcohol, que podría irritarte aún más la piel.
3. BRONCEARSE CON SEGURIDAD
Todos conocemos los daños del exceso de sol sobre la piel, pero, si eres como yo y no concibes pasar un verano alejada del sol y sin broncear tu piel puedes optar por usar cremas solares con factor de protección alto o utilizar un Spray Autobronceador. Para conseguir el mejor acabado debes exfoliar la piel el día antes de aplicártelo, y volver a exfoliarte tres o cuatro días después para evitar irregularidades en el tono de la piel.
Y recuerda, toma medidas de prevención a la hora de tomar el sol y procura cubrirte la cabeza en los momentos más soleados del día.
4. HIDRATACIÓN DESDE EL INTERIOR
La hidratación de la piel es imprescindible durante todo el año, pero, además en verano, es esencial hidratarse también desde el interior. Es necesario aumentar la ingesta de líquidos, especialmente en los días de más calor. Te recomiendo guardar un par de botellas de agua en el congelador y así podrás tener agua fría durante todo el día.