La piel se siente descamada, seca o con ardor tras el uso del producto
¿Recuerdas ese consejo de "quien no sufre, no gana" que te dio tu madre? ¡Agita esa bandera roja! Secar la piel no la deja más limpia. Esa sensación de tirantez y chirrido es en realidad una señal de que has puesto en peligro la barrera protectora de tu piel. Evita los productos agresivos que sobreestimulan las glándulas sebáceas o, peor aún, que producen sensación de quemazón. En su lugar, utiliza un agua micelar calmante, crema limpiadora, o un exfoliante suave que favorezcan el equilibrio y la salud de la piel.
Productos activadores
Otra bandera roja de la piel Otra bandera roja del cuidado de la piel que a menudo pasa desapercibida es la idea de "activar" los productos frotándolos entre las manos. A no ser que se trate de un limpiador, no hace falta que desperdicies tus productos innecesariamente por las palmas de las manos. En lugar de eso, muéstrale a tu rostro un poco de amor y aplica tu hiddratante, serum o protector solar justo donde deben estar y extiéndelos uniformemente para conseguir la máxima eficacia.
SPF: no sólo una aventura veraniega
No nos cansaremos de repetirlo, pero este cuidado esencial de la piel no debe reservarse sólo para los meses de verano. Es un compromiso para todo el año. Los rayos UV pueden provocar envejecimiento prematuro, manchas solares e incluso cáncer de piel. Así que hagamos el pacto de ponernos SPF todos los días, sin importar la estación ni las condiciones meteorológicas. Tu piel te estará eternamente agradecida por ello.
No exfoliar ni sobreexfoliar
La exfoliación es como un baile: encontrar el ritmo perfecto es la clave. Descuidar la exfoliación puede provocar una acumulación de células muertas, poros obstruidos y un cutis apagado. Por otro lado, exfoliar en exceso puede eliminar la grasa natural de la piel y provocar sequedad, rojeces o irritación. Intenta mantener un equilibrio saludable. Regálate exfoliante corporal suavizante o una exfoliante purificante para el cuero cabelludo y utilízalo con moderación, una o dos veces por semana.
Utilizar maquillaje caducado
Admitámoslo, todas hemos sido culpables de acumular una docena de barras de labios a medio usar y esa paleta de sombras de ojos de hace cinco años. Pero recuerda que el maquillaje también tiene fecha de caducidad. Utilizarlo cuando ya ha pasado su fecha de caducidad es una señal de alarma que puede dar lugar a resultados desastrosos. Es hora de decir adiós a tu cápsula del tiempo, sobre todo a los viejos productos para los ojos, y dar a tu alijo de maquillaje una ¡merecida actualización!!
