1. Despídete de la culpa “Vivimos en una sociedad en la que se nos exige mucho a las mujeres laboralmente y muchas de esas exigencias nos las auto-imponemos nosotras mismas. Es en esos momentos en los que nos invade el sentimiento de culpa cuando, debido al trabajo, no tenemos tiempo suficiente para atender el resto de responsabilidades que conlleva ser también esposa, madre, novia…
¿Por qué hemos llegado a este punto en el que nos hemos marcado tantas expectativas tan irreales? Hemos asumidos múltiples roles con grandes responsabilidades todos ellos y no somos capaces de abarcar tanto como creíamos. Es el momento de priorizar.2. Reorganiza tus horarios "La maternidad, al igual que la vida, necesita ser revisada de vez en cuando, Es posible que lo que antes te funcionaba ahora no lo haga, que en estos momentos te sientas a disgusto en tu día a día. Si esto es así significa que algo tiene que cambiar. Puede que tus aspiraciones laborales te estén haciendo dejar de lado tu dimensión familiar o viceversa, que estés tan centrada en tu familia que hayas dejado de lado tus sueños.
Se consciente de tus elecciones diarias e intenta corresponderlas en la medida de lo posible con tus aspiraciones en el trabajo. ¡Intenta que vayan de la mano!"
"Cada persona posee una escala diferente de valores y de aspiraciones que no tiene por qué coincidir con la tuya."
3. Adiós comparaciones."Jamás te compares con los demás. Cada persona posee una escala diferente de valores y de aspiraciones que no tiene por qué coincidir con la tuya. Es fácil pensar que otras mujeres han alcanzado un éxito mayor que el tuyo o que son mejores madres o esposas, pero la realidad es que no hay una fórmula matemática para conseguirlo.” Comparar tu vida con la de los demás sólo te hará sentir insatisfecho contigo mismo así que, no lo hagas.
4. Siéntete bien con tus decisiones. "Es importante asumir las consecuencias de nuestras propias decisiones”. Decir “Sí” a algo implicar decir “No a otra cosa. Reflexiona y llegado el momento, párate a pensar que es lo que quieres rechazar. Es la mejor forma de tomar decisiones responsables y de ser consecuentes con nosotros mismos y nuestros deseos. Una vez tomada la decisión, confía en que has hecho lo correcto y no te arrepientas por ello. Has de saber que has elegido la mejor opción."
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