¿Sabes realmente en qué debe fijarte en los envases de los alimentos cuando haces la compra? La mayoría de nosotros pensamos que lo sabemos, pero las investigaciones sugieren que en realidad esto no es así. Y no es de extrañar: es complicado. La dietista de Oriflame, Marlene Nordlander, está de acuerdo: "Los envases de los alimentos pueden ser un campo de minas para todos nosotros; puede ser necesario saber analizar e interpretar los ingredientes y la información nutricional de manera significativa". Le pregunté a Marlene si tenía algún pequeño truco para ayudarnos a elegir más sano y rápido.
1. Las afirmaciones de la parte delantera del envase a veces pueden ser engañosas
Julie: Hablemos de los envases de los alimentos en los estantes del supermercado. Lo que se ve en la fachada está diseñado para ser atractivo, para que queramos comprarlo, básicamente.
Marlene: Así es. Y aunque todas las alegaciones de los alimentos están estrictamente reguladas en la mayoría de los países, a veces pueden hacer que un producto parezca más sano de lo que es: bajo en grasas, bajo en azúcares, alto en proteínas, etc.
J: ¿Así que lo que dices es que no debemos tomar estas afirmaciones al pie de la letra?
M: ¡Exacto!. No hay nada malo en estas afirmaciones, pero no necesariamente cuentan toda la historia, por lo que siempre es una buena idea dar la vuelta al envase y comprobar la lista de ingredientes y la información nutricional para tomar una decisión totalmente informada.
2. ¿Cuántas calorías?
J: ¿Es cierto que nunca debemos fijarnos en un solo producto?
M: Por supuesto. Tendrás una mejor visión si comparas al menos dos productos similares, ya que pueden tener perfiles nutricionales bastante diferentes. Incluso los diferentes sabores de los productos pueden tener diferentes ingredientes y perfiles nutricionales.
J: ¿Por dónde empezar? ¿Se mira primero las calorías?
M: Sí. La mayoría de nosotros consume demasiadas calorías al día, por lo que es importante fijarse en ello, independientemente de la categoría del producto. Busca primero las calorías por 100 g (kcal en la información nutricional). Esta medida te ayudará a comparar los productos y a elegir con conocimiento de causa. A partir de ahí puedes comprobar las calorías por ración, pero debes tener en cuenta que el tamaño de las raciones lo determina el fabricante, por lo que pueden variar de un producto a otro y pueden no coincidir con tu idea de una ración satisfactoria.
3. Comparar la información nutricional y los ingredientes de las etiquetas de los alimentos
J: ¿Qué más es importante a la hora de comparar productos similares?
M: Es importante saber que los ingredientes de los productos se enumeran por orden de mayor a menor contenido en peso. Una buena regla general es prestar especial atención a los tres primeros ingredientes, ya que suelen ser la mayor parte de lo que se va a consumir.
4. Consejos para hacer la compra
J: Entonces, ¿hay algo especial que debamos tener en cuenta con los diferentes productos?
M: Si buscas un alimento a base de carbohidratos, como el pan o los cereales para el desayuno, debes buscar un alto porcentaje de granos enteros, un alto contenido de fibra y poco azúcar añadido. En el caso de los batidos de proteínas, como nuestro batido Natural Balance, debes buscar un alto contenido en proteínas, pero pueden estar endulzados, así que comprueba que no tengan azúcar añadido. Los platos preparados pueden ser saludables, pero algunos tienden a tener un alto contenido en grasa, por lo que yo intentaría optar por las opciones más "ligeras" o comprobar que las fuentes de grasa sean insaturadas en lugar de saturadas.
4. Ten cuidado con los alimentos altamente procesados
J: ¿Debemos comer alimentos procesados? Pensé que era mejor tomar siempre alimentos frescos.
M: Por supuesto, los alimentos frescos y preparados en casa suelen ser mejores, pero todos necesitamos alimentos procesados en nuestras ajetreadas vidas, es un hecho. Lo importante es elegir los alimentos procesados adecuados -con alto contenido en proteínas y fibra dietética- en lugar de los alimentos ultraprocesados e hipercalóricos.
J: ¿Podrías darnos un ejemplo?
M: Estos son los alimentos que hacen que se te haga la boca agua sólo con pensar en ellos: cosas como hamburguesas y patatas fritas, galletas y pasteles. ¿Deliciosos? Sin duda. Pero fíjate en la parte de atrás del envase: suelen tener muchas calorías, pocos nutrientes y un alto contenido en azúcar, sal y grasa. No es necesario que evites estos alimentos por completo, pero intenta comerlos con moderación para que no compitan con los alimentos más nutritivos de tu dieta.
5. Ayuda para distinguir lo bueno de lo malo en las etiquetas de los alimentos
J: ¿Existen otras formas de identificar los productos saludables?
M: ¡Claro! Ya sé que he dicho que no te fijes sólo en la parte delantera del envase, pero a veces también puedes encontrar una ayuda en ella. En algunos países hay un logotipo que indica que un producto ha sido calificado como una opción más saludable por la agencia gubernamental de alimentación, basándose en aspectos como un menor contenido de azúcar y sal añadidos, más fibra y grasas más saludables. En Suecia es un logotipo verde en forma de ojo de cerradura. En España nos guiamos por el Sistema Nutriscore, con un logo de 5 colores asociados a letras que describen 5 clases de calidad nutricional, del verde oscuro para la calidad óptima (letra A) al rojo (letra E) para la peor.
J: Un rápido resumen de los puntos principales: comparar siempre los productos; mirar los ingredientes y la información nutricional en la parte posterior del envase; empezar con las calorías por 100 g; evitar los alimentos ultraprocesados con azúcares añadidos, sal y grasas saturadas, y buscar el logotipo de alimentos saludables de tu país.
Gracias Marlene: buenos consejos para comprar más rápido y comer más sano.