Todos hemos experimentado la niebla cerebral, los antojos de azúcar y los ojos de papel de lija que vienen con una mala noche de sueño, y deseamos haber apagado las luces a tiempo para obtener nuestras 8 horas. La mayoría de la gente siente la falta de sueño al instante, pero ¿por qué nos sentimos tan mal?
¡El sueño afecta a todo!
Durante el sueño, nuestro cuerpo se regenera. Si no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo no tiene tiempo para recuperarse. La falta de sueño se asocia a una disminución de la inmunidad, un aumento del dolor, un deterioro de la salud intestinal, antojos de comida y una menor productividad, así como a muchas enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas. Un estudio también demostró que la falta de sueño altera nuestra memoria, percepción visual y reacciones al mundo que nos rodea. No es de extrañar que nos sintamos agotados e improductivos cuando dormimos poco.
La falta de sueño empeora el estrés
Es normal sentirse estresado después de una mala noche de sueño porque el sueño realmente afecta a nuestra capacidad para hacer frente al estrés. De hecho, las personas con falta de sueño responden a los factores estresantes bajos de la misma manera que las personas sin falta de sueño responden a los factores estresantes altos. Así que, si alguna vez te has encontrado con que te has puesto a gritar a tu familia sin razón alguna después de una mala noche de sueño, ¡ahora ya sabes por qué!
¡El cansancio da hambre!
Si estás luchando para seguir una dieta saludable pero no lo consigues, echa un vistazo a tus hábitos de sueño, ¡la Grelina puede ser la culpable! La Grelina es una hormona que estimula el apetito, y la Leptina es una hormona que lo disminuye. Cuando nos falta el sueño, los niveles de Grelina aumentan y los de Leptina disminuyen, lo que significa que tendrás más hambre y serás más propenso a comer en exceso.
¿Cómo podemos dormir mejor?
Ahora que sabemos que el sueño afecta a todo, desde la productividad hasta los niveles de estrés y el apetito, quizás merezca la pena el esfuerzo de apagar Netflix e irse a la cama temprano, ¿no? Nosotros creemos que sí. Pero el simple hecho de apagar Netflix a tiempo no asegura un sueño reparador. Entonces, ¿qué más podemos hacer?
- Baja la iluminación
Nuestro cuerpo está adaptado al ciclo de la luz solar y la oscuridad, lo que significa que nuestro cuerpo envía señales que nos hacen sentir somnolientos cuando está oscuro y despiertos cuando brilla el sol. Si tenemos luces brillantes encendidas por la noche, nuestro cuerpo no va a enviar las señales que nos hacen sentir sueño. Así que, baja las luces y evita coger el teléfono en la cama.
- Acuéstate a la misma hora todas las noches
Cuando creamos una rutina para ir a la cama (¡nuestros cuerpos adoran la rutina!) se regula nuestro ritmo circadiano y ayuda a nuestro cuerpo a entender cuándo es la hora de dormir.
- Mantén el dormitorio fresco
Abrir la ventana por la noche y dejar que entre aire fresco puede ayudarnos a conciliar el sueño más rápidamente y a tener una mejor calidad del mismo. Lo ideal es que la temperatura esté entre 18-24ºC.
- Cálmate con música o meditación
Si tu mente se acelera y no puedes apagarla, intenta escuchar una meditación para dormir o algo de música relajante mientras intentas quedarte dormido, ¡suele funcionar!
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