Protección solar en cualquier ocasión

La protección solar y el cuidado de la piel van de la mano, y así como tu “maleta” de cuidado facial debe incluir desde hidratantes a mascarillas y exfoliantes, la de la protección solar debe estar adaptada a las necesidades de tu piel e incluir también más de un producto. Esto quiere decir que debes variar de protección desde los primeros a los últimos días del verano. ¿Estás preparado?

Esenciales en tu bolso
¿Con cuánta frecuencia reaplicas la protección solar durante un día normal? Seguramente con la frecuencia adecuada, ya que los protectores solares deben volver a aplicarse cada dos horas. Un stick solar puede ser la solución, ya que puedes llevarlo siempre contigo y retocar su aplicación durante todo el día. Es perfecto para llevar en el bolso y, gracias a su textura de bálsamo, no correrá el riesgo de evaporarse.

La base de tu rutina de protección solar
Cada rutina de cuidado facial necesita contar con una loción protectora con alto SPF que se convierta en la base de la protección de tu piel. Una loción debería ser tu esencial por todo el cuerpo, tanto si llueve o hace sol ya que, como probablemente sabes, los rayos perjudiciales del sol alcanzan también nuestra piel incluso en los días nubosos. Las lociones son las preferidas por los dermatólogos ya que su textura asegura que alcanza a todas las partes del cuerpo. Se dice que todas las texturas de crema ofrecen la misma protección, pero lo cierto es que, si te preocupa dejar alguna zona de tu piel desprotegida, lo mejor es optar por una buena loción.

Un día de sol
Imagina un sol brillante en un día de pleno verano. Rodajas de sandía perfectamente cortada, una fresca limonada y fruta fresca en una nevera. ¡Todo preparado para un día de picnic! Como sabes, hay días sen los que sabemos que vamos a estar bajo el sol más tiempo del habitual y debemos pensar: “¿será suficiente mi loción habitual?” Probablemente no… Es momento de cambiar a una protección mayor: el SPF 50, que contiene filtros protectores de amplio espectro que protegen la piel del 98% de los rayos perjudiciales del sol.

¿No te gustan las lociones?
Si simplemente no te gustan las texturas de cremas y lociones, prueba a utilizar una bruma protectora. Tienen una textura más ligera casi imperceptible que te protege de igual forma. Es cierto que puede resultar complicado saber cuando te has aplicado la cantidad suficiente. Asegúrate de que pulverizas una capa adecuada antes de pasar a extenderlo. ¿Lo mejor del formato en spray? ¡Puedes aplicarlo tú mismo sin necesidad de que nadie te ayude!

Niños protegidos
Ser padre es una preocupación constante- Siempre nos preocupa saber si estarán felices, si comerán bien o si estarán seguros bajo el sol. Elimina una de esas preocupaciones de la ecuación usando una protección solar específica para su piel. Delicada con su piel, pero lo suficientemente eficaz para protegerles. Los niños tienen una piel más fina y sensible que la de los adultos y es más propensa a las quemaduras, así que elige siempre una protección alta SPF 50.

¡No olvides la hidratación!
La hidratación es la clave de una piel sana, y tras un día de sol, probablemente haya perdido su suavidad. El sol puede deshidratar la piel, volviéndola más susceptible a los efectos negativos de la exposición solar y al estrés oxidativo. Un buen After Sun no solo restaura la hidratación de la piel, sino que también la refresca dejándola suave y reconfortada.

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