EJERCICIO Y ALIMENTACIÓN
“No es extraño encontrar a personas que compensan en exceso las calorías que pierden (o creen haber perdido) en el gimnasio, corriendo o practicando cualquier deporte. Numerosos estudios confirman que solemos hacer una estimación a la alza de las calorías que perdemos durante nuestros entrenamientos y por el contrario, estimamos a la baja la ingesta de calorías que comemos. Solemos no contar las pequeñas cosas – un puñadito de nueces, un par de refrescos o una pieza de fruta – y con el tiempo, todas esas pequeñas cosas van sumando y nos van engordando. ¿La máxima que hay que recordar siempre? Para perder peso hay que quemar más calorías de las que ingieres.”
UNA DIETA EQUILIBRADA
“Si haces mucho ejercicio pero luego te tomas alimentos poco saludables o simplemente mucha cantidad de comida (por sana que sea), nunca conseguirás perder peso. Es imprescindible adoptar una dieta equilibrada rica en proteínas y fibra que te sacie durante más tiempo para evitar que la sensación de hambre vuelva a aflorar rápidamente. calories. “La idea de huir de los carbohidratos es un falso mito ya que también son una parte importante de una correcta alimentación. Lo ideal es que la mitad de tu plato siempre sean verduras y, por supuesto, evitar siempre los refrescos con azúcar.”
MÚSCULOS Y GRASA
Un kilo de músculo pesa exactamente lo mismo que un kilo de grasa. ¡Ambos son un kilo! La diferencia es que el músculo es más denso y más compacto, lo que significa que ocupa menos espacio en tu cuerpo de lo que ocupa la grasa. Incluso cuando estés moldeando tu cuerpo en el gimnasio y lo notes más fibroso, comprobarás que tu peso aumenta ligeramente. Así que, si ese asunto te atormenta, olvídate de la báscula y utiliza un metro para medir tu cintura o el ancho de tu cadera. Si su diámetro se reduce significará que estás perdiendo peso y ganando músculo.
¿EL AGUA PESA?
El hecho de que el agua pese hace referencia a que se almacena de forma temporal en tu organismo. Es por eso que el peso puede variar de un día a otro. El exceso de agua en el cuerpo de quema haciendo ejercicio, equilibrándolo bebiendo la cantidad de agua necesaria para el propio cuerpo (¡ya que el agua se retendrá durante más tiempo si estamos deshidratados), reduciendo la ingesta de sal de nuestra dieta e incrementando la cantidad de fibra.
¿QUÉ ENTRENAMIENTO FUNCIONA MEJOR?
El ejercicio cardiovascular (correr o montar en bicicleta) quema más calorías en el momento concreto de la práctica del ejercicio, mientras que en un entrenamiento con pesas, se fortalecen nuestros músculos y se estimula a nuestro cuerpo a quemar las calorías durante el resto del día. Lo ideal sería practicar ambos pero a grandes rasgos, mantener unos hábitos de vida saludables también implica un impacto positivo en nuestro peso. Intenta utilizar las escaleras en vez del ascensor, andar en vez de coger el autobús o aparcar algo más lejos de lo normal para obligarte a dar un paseo. ¿Un consejo para motivarte? ¡Utiliza un podómetro para medir tu actividad diaria! Lo ideal es alcanzar los 10.000 pasos al día.
VEREDICTO
La verdad sea dicha: para la mayoría de las personas, seguir una dieta saludable es la clave para perder peso de forma efectiva. Pero cuando se trata de salud (que al fin y al cabo es lo más importante), es esencial acompañarla de la práctica de ejercicio. Fortalecer el sistema muscular lleva su tiempo así que, si sales a correr de vez en cuando y sientes que ganas peso, es imposible que se trate de peso muscular. Es probable que hayas comido demasiado, los alimentos equivocados o que se trate del peso del agua en tu organismo. Introduce pequeños cambios en tu estilo de vida: ir a los sitios andando o sustituir los refrescos por agua- ¡Estarás en el camino correcto para bajar de peso!