Piel con piel
Es posible que hayas oído que coger en brazos a tu bebé con demasiada frecuencia no hará otra cosa que malcriarlo y acostumbrarlo mal, pero en realidad, es todo lo contrario. La ciencia ha demostrado que los bebé necesitan sentir el contacto de la piel más que ninguna otra cosa. Esa cercanía es la clave para el desarrollo del vínculo entre los padres y el bebé y su carencia puede afectar negativamente a su desarrollo intelectual, físico y a su comportamiento. Ese tacto también regula su respiración y su latido cardiaco, mejora su descanso y en general, el estado de salud del bebé. Así que, olvídate de las compras superficiales y opta por lo verdaderamente importante
Leche
Todos los bebés necesitan alimentarse de leche, pero tanto si se trata de leche materna como de fórmula, lo importante es que tu bebé no pase hambre. Siempre que sea posible, está demostrado que la lactancia materna posee importantes beneficios tanto para la madre como para el bebé, Mejora el sistema inmunológico, reduce el riesgo de enfermedades y aporta todos los nutrientes necesarios para su completo desarrollo. Muchas madres, por diferentes motivos, no consiguen dar el pecho a sus bebés, pero es importante saber que no se trata de un fracaso, ya que existen alternativas igual de respetables.
Sueño
Los bebés pueden dormirse en cualquier parte. Realmente no necesitan su cuna, su moisés o su cesto. Lo importante es que duerman. Durante las horas que pasan dormidos, sus pequeños cerebros se desarrollan y maduran. El sueño favorece el proceso de recepción sensorial y promueve el aprendizaje y la formación de la memoria. Además, ellos duermen independientemente de la cama en la que les coloques: tus brazos, el carrito, o cualquier superficie en la que se sientan cómodos. Aunque… ¡no esperes 8 horas seguidas de sueño!
Cuidado de la piel
Dentro de todos los cuidados que necesita un recién nacido, el cuidado de su piel debe considerarse como uno de los más esenciales. Se trata de una piel muy delicada y recién expuesta al mundo nada más salir de la protección del vientre de su madre. Allí dentro están protegidos por una capa de vérnix, una sustancia blanquecina que les protege y les mantiene hidratados. Algunos incluso mantienen esa sustancia una vez nacidos, aunque se desprende con el primer baño. Su barrera protectora es un 30% más delgada que la de la piel de un adulto, posee menos agentes hidratantes naturales y menor contenido en lípidos, siendo más sensible. Esto significa que necesita cuidados más específicos.
Creemos que todos los padres deben saber qué es lo mejor para su bebé, así que, aunque decidas invertir en cualquier tiempo de “gadget” infantil, confía en tu criterio y no te preocupes por la cantidad de consejos que vas a recibir sobre cómo cuidarlos. Recuerda, que todo esto sí que es lo verdaderamente importante para tu bebé recién nacido.