LIMPIADORAS EN GEL
Las limpiadoras en gel están concebidas para eliminar la grasa de la superficie de la piel que causa las bacterias y propicia el acné, así como para limpiar en profundidad. Este tipo de limpiadoras actúan eliminando las impurezas y previniendo las imperfecciones. Se activan con agua, por lo que es necesario humedecer primero el rostro. Se extiende con movimientos circulares y se aclara en profundidad con agua templada.
LIMPIADORAS CREMOSAS
Las Limpiadoras Cremosas se caracterizan por ser muy suaves e hidratantes, y nada jabonosas. Lo que muchos no saben es que ni siquiera se necesita agua durante su utilización. Su correcta aplicación se lleva a cabo con un disco de algodón y una vez bien extendida por toda la superficie del rostro, se retira. Comienza aplicándola sobre la línea de la mandíbula y extiéndela en sentido ascendente y hacia el exterior del rostro, sin ejercer una presión excesiva sobre la piel. Extenderla en sentido descendente y estirar en exceso la piel dará lugar a la aparición de flacidez y de arrugas. Las limpiadoras cremosas son la opción ideal para las pieles sensibles y aquellas que padecen rosácea, así como para pieles secas y maduras.