1. AÑO RELAJANTE
Haz borrón y cuenta nueva. Comienza limpiando correctamente los pies. Enjabónalos bien y no te olvides de los espacios entre los dedos. A continuación llena un barreño o la propia bañera con agua caliente, añade un baño relajante de pies a tu elección y sumérgelos durante 5 minutos. Pasado eso tiempo, y mientras estén aún mojados, límalos con una lima de pies específica que suavice las asperezas y las callosidades.
2. EXFOLIAR
Tras una limpieza correcta llega el momento de despedirse de las células muertas de la piel. Dependiendo de cada tipo de pies, utiliza un exfoliante de doble acción (que limpie e hidrate) o uno con aceites nutritivos que ejerzan un efecto más suave. Exfólialos durante 1 minuto, acláralos, sécalos y siente su suavidad y su frescura.
3. UÑAS
El siguiente paso es la pedicura. Para evitar grietas y roturas en las uñas, córtalas siempre cuando aún estén humedecidas y blandas. Córtalas siempre rectas, sin dejar picos y sin vértices marcados que puedas enquistarse en la piel. Una vez definida su forma, no olvides limarlas para suavizar su contorno y suavizar sus extremos.
4. CUTÍCULAS
¡No te olvides del cuidado de las cutículas! Comienza aplicando unas gotas de Serum Restaurador en la base de cada uña. Espera 1 ó 2 minutos hasta la completa absorción del producto y utiliza un Palito de Naranjo para empujar las cutículas suavemente hacia atrás. En caso de exceso de piel, utiliza un corta-cutículas para eliminarlo, teniendo especial cuidado para no dañar la cutícula que aún apoya sobre la superficie de la uña y que la protege de infecciones e inflamaciones.
5. PROTECCIÓN Y FORTALEZA
Dado que los pies y las uñas de los pies se pasan la mayor parte del tiempo escondidos en el interior de los zapatos o las sandalias, es por ello incluso aún más importante el dotarles de un extra de hidratación y nutrición. Protege las uñas aplicando un gel hidratante o un revitalizador para acondicionarlas y evitar las roturas. Aplícales una capa de Fortalecedor de Uñas para un extra de cuidado.
6. HIDRATACIÓN
Al finalizar el cuidado de las uñas, pasamos a la hidratación de los pies. Escoge una crema específica que se adapte a las necesidades de tu piel, de textura rica y untuosa que acondicione y nutra las durezas y las asperezas. Combina el uso del Serum Anti-Durezas con la Mascarilla de Pies antes de dormir para un efecto ultra nutritivo y, si buscas frescura, vaporízalos con el Spray Revitalizante que no solo los acondiciona sino que los llena de energía.
7. ¡A CAMINAR!
La media de distancia que recorremos en toda una vida es de más de 400.000 km, lo que hace que sea aún más importante el mantener un correcto cuidado de los pies. En caso de ser necesario, utiliza almohadillas para talones o protectores que eviten las rozaduras de los zapatos así como plantillas especiales que alivien la presión ejercida sobre ellos y no olvides visitar regularmente al podólogo. Y para revitalizarlos y sentirlos más frescos, procura que respiren lo máximo posible. También recomendamos realizar tratamientos de agua fría-caliente, sumergiendo los pies en agua muy fría durante 1 minuto y cambiando al agua caliente y repitiendo el proceso. ¡Una experiencia verdaderamente refrescante!