1. ROSTRO ESCULPIDO
Comprueba como el contorno de tu rostro se redefine al instante aplicando los polvos bajo los pómulos, en sentido diagonal y ascendente hacia las orejas. Conseguirás sensación de profundidad si, además, los aplicas en la línea de la mandíbula (no olvides extenderlos correctamente para evitar diferencias de color entre la piel del rostro y la del cuello).
2. ACABADO NATURAL
Para conseguir un rostro natural y luminoso, no olvides aplicar los polvos de sol suavemente en las mejillas, en las sienes y en el nacimiento del cabello.
3. UN PLUS DE FRESCURA
¿Tu maquillaje necesita un toque de frescura y vitalidad? Aplica una pizca de colorete sobre los párpados para añadir un toque de luz a tu rostro.