1. Analiza las necesidades de tu piel
Una vez preparado para superar la fase de limpiar e hidratar, debes encontrar una rutina facial que se adecúe a los problemas específicos de tu piel. Esta elección puede requerir de un asesoramiento, leer las etiquetas del producto e incluso fallar en la elección hasta encontrar la fórmula perfecta. Por ejemplo, ¡no elijas una limpiadora genérica si tienes la piel seca! Puedes resecarla aún más y eso es lo último que necesitas.
2. Rutina facial dos veces al día
Las rutinas de cuidado facial más avanzadas contienen diferentes activos que actúan tanto de día como de noche. Si sólo realizas la rutina durante la mañana, tu piel se estará perdiendo lo beneficios que supone el hecho de tratarla durante la noche. Así que ya lo sabes: se constante y tu piel te lo agradecerá.
3. Mascarilla de acción noche
Una mascarilla aplicada antes de dormir es el complemento perfecto de una rutina de cuidado facial nocturna, especialmente si tu piel ha estado expuesta a una gran sequedad como el frío del invierno o los efectos del aire acondicionado. Está científicamente probado que la Mascarilla Revitalizante Acción Noche NovAge rehidrata la piel con ingredientes como el ácido hialurónico, la manteca de Cupuaçu y el aceite de Incha Inchi.
4. Rutina semanal
Algunos cosméticos verdaderamente hacen maravillas en la piel pero no deben ser utilizados diariamente. Es el caso de los exfoliantes, que eliminan las células muertas, desobstruyen los poros y suavizan la complexión de la piel aumentando su luminosidad. ¡Un exfoliante es la elección perfecta para cuidar tu piel semanalmente!
5. Poder anti-edad
Aunque tu piel aún muestre su juventud y su elasticidad natural, no es nada descabellado el hecho de utilizar productos que la mantengan así de radiante. Cuanto antes comiences a prevenir los efectos de la edad en la piel, mejor se verá en el futuro.
6. Factor de protección SPF a diario
Es esencial invertir en un buen protector solar de uso diario. Puede que pienses que no es necesario usarlo a diario, pero has de tener en cuenta que los rayos UV atraviesan las nubes y se reflejan en las superficies incidiendo de igual forma sobre la piel. ¡Lo mejor que puedes hacer es protegerla durante todo el año!