¡No te compliques la vida!

Asumámoslo, la vida puede ser complicada. Por eso, muchas veces hay que poner los pies en la tierra y dejarse llevar por la sencillez. Continúa leyendo para descubrir lo fácil que es liberarte de problemas, disfrutar de tu tiempo libre y dedicar más tiempo a lo que realmente importa.

1. Domingos de cocina
Habrá quien dirá que es aburrido, pero no hay nada mejor que organizar tus comidas los domingos para evitar quebraderos de cabeza durante la semana. De esta forma además, mantendrás una alimentación más equilibrada, ahorraras y te librarás de las decisiones de última hora derivadas del estrés del día a día que siempre terminan con la elección de comida poco saludable

2. Escribir a mano una carta
Te puede parecer absurdo, ¿Verdad? Pues no hay nada más terapeútico que escribir una carta o una postal y enviarla a alguien especial para demostrarle lo mucho que le quieres. ¡Seguro que te responde!

3. El estilo que te define
Dejando la comida de lado, la planificación semanal puede aplicarse también a tu armario. Una posible opción es elegir tu ropa la noche antes. Pero si todavía quieres ir más allá, puedes definir tu look semanal con un estilo diario. Esto significa llevar el mismo estilo a base de prendas y colores similares que te definan.

4. Dejar el coche de lado
Dependiendo dónde vivas y en tus necesidades diarias, a veces el coche resulta indispensable. Pero por otro lado, también supone un gran gasto. Así que, cuando sea posible, ¿por qué no buscar alternativas como el transporte público, monatr en bici o caminar? Tendrás más tiempo para pensar, estarás practicando ejercicio y cuidarás más el medio ambiente.

5. Aprende a decir no
Lo cierto es que no todo el mundo es capaz de hacerlo. Tanto en el trabajo, como en casa, nos puede producir un estrés innecesario que solemos tratar de evitar. Así que, tómate tiempo para priorizar en las cosas importantes y, si eso significa tener que decir no, ¡hazlo! La recompensa puede ser mucho mejor de lo que esperas.

6. Practica la meditación
Practicar la meditación es una manera fantástica para centrar tu atención en el presente y lograr mejorar su concentración y tu productividad. ¿Y lo mejor? ¡No cuesta dinero! Puedes comenzar con un libro de meditación, practicando yoga en casa o tomando clases de tai-chi. Solo unos minutos pueden ser la clave para que te sientas mejor durante todo el día.

7. Haz listas
Una lista no solamente es útil para la compra. Cada día tenemos múltiples tareas y recados que, en ocasiones, terminamos olvidando si no ponemos por escrito. Pon tu cabeza en orden, coge lapiz y papel y escribe a manos todas esas cosas que tienes pendiente de hacer. Otra opción es descargarte una app en las que puedas configurar tus tareas y las notificaciones que te las recuerden.

8. Desconéctate
En la actualidad casi nadie puede resistirse a la distracción que supone estar conectado al móvil, la tablet o, incluso, la televisión. ¿Tu misión? Desconectarte de las pantallas y centrarte en todo lo demás que te rodea. Pasea con un amigo, vuelve a dedicar tiempo a los juegos de mesa o haz galletas con tus hijos. ¡Momentos que realmente guardarás en tu memoria!

9. Libérate de lo innecesario
¿Todos tus armarios y cajones están que rebosan? ¿Incluyendo los de la cocina? Seguro que en todos ellos encuentran cosas que llevas años sin usar… Todos los armarios necesitan una limpia cada cierto tiempo. Y, en el caso de la ropa, si llevas sin ponerte esas prendas durante más de un año, no lo dudes. ¡Dile adiós y dónalas!

10. Simplifica tus rutinas
Las rutinas establecidas ayudan a reducir la ansiedad y el estrés y a simplificar tu día a día. Un ejemplo es la rutina diaria de cuidado facial… Para algunas personas es una obligación, para otras, un auténtico disfrute. Por eso, lo rutinario siempre es mejor y más sencillo de llevar a cabo. Y si aún buscas más sencillez, elige Essentials. ¡Elegirás solo lo esencial!

Seguro que alguno de todos estos consejos te hará, sin duda, la vida más fácil. Pero, en esos momentos en los que la cosa se vuelve especialmente complicada, ya sabes: ¡no te compliques la vida y acuérdate de volver a lo básico!

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