15 Reglas de cuidado facial en verano

¡Sigue estos 15 consejos para adaptar tu rutina de cuidado facial en verano y mantendrás su complexión sana y radiante incluso bajo un sol abrasador!

1. No olvides nunca el protector solar. El factor de protección solar SPF protege tu piel de los efectos perjudiciales de los rayos del sol y ayuda a prevenir la formación de manchas y arrugas.

2. Quizá no lo sepas, pero los labios son una de las zonas del rostro más propensas a quemarse. Suavízalos y protégelos también con un bálsamo con factor de protección.

3. Prueba a guardar la bruma facial o el tónico en la nevera. Cuando lo apliques, tu piel experimentará una sensación de increíble frescura que agradecerás cuando las temperaturas suban. Además, el Tónico Ecobeauty tiene el beneficio añadido de estar enriquecido con Agua de Rosas y de Manzanilla orgánicas. ¡Un combo de ingredientes repleto de antioxidantes!

4. No hay que olvidarse del cuero cabelludo. Una quemadura no sólo puede ser muy dolorosa sino que puede dar lugar a una descamación excesiva. Lo más recomendable es utilizar gorro en las horas de mayor intensidad solar.

5. La exfoliación es un paso muy importante de la rutina de cuidado facial. Elimina las células muertas y acelera el proceso de regeneración celular, dando lugar a una piel más suave y sin arrugas. Utiliza un dispositivo de limpieza facial y utilízalo a última hora de la tarde, para evitar la sensibilidad de la piel durante la exposición solar.

6. Comer frutas y verduras es el primer paso para que tu piel luzca sana. ¡Aprovéchate de las frutas propias del verano! Los frutos rojos, el kiwi, la naranja, la papaya o las fresas tienen altos niveles de Vitamina C mientras que el aguacate es rico en Vitamina E. ¡Prueba a tomar uno como snack a media mañana o media tarde!

7. En cuanto a la depilación, existen muchísimas técnicas para eliminar el vello de las piernas. Puedes utilizar un gel depilatorio con cuchilla, crema o bandas depilatorias. Para ello, recomendamos la línea de productos Silk Beauty, una exfoliación diaria de la piel y una hidratación intensiva que saque lo mejor de tus piernas.

8. El exceso de calor y de humedad pueden dar lugar a la aparición de imperfecciones en rostro, espalda, pecho y hombros. Una buena limpieza y tonificación de la piel día y noche es esencial para eliminar el exceso de grasa y los restos de maquillaje y prevenir así su aparición. Utiliza una esponja específica para limpiar las zonas del cuerpo más propensas a su aparición y exfolia tu cuerpo dos veces a la semana para facilitar la regeneración celular. Utilizar prendas de algodón o de lino es una buena opción para que la piel respire.

9. La piel del contorno de los ojos es una de las zonas más delicadas del rostro y es propensa a la aparición de finas líneas. La exposición solar acelera este proceso y por eso, cubrirse con un sombrero o proteger los ojos con unas buenas gafas de sol es esencial para protegerla. Sin olvidar tratarla con un contorno de ojos específico que hidrate y rejuvenezca tu mirada.

10. Solemos olvidarnos siempre del cuidado de las manos y no nos damos cuenta que son uno de los principales focos de hiperpigmentación de la piel y de aparición de arrugas y signos de la edad. Utiliza siempre una crema de manos que contenga factor de protección SFP para nutrirlas y protegerlas al mismo tiempo.

11. La piel del pecho y el escote es más fina y más seca que la piel del rostro, lo que significa que es también más vulnerable al sol. Evitarás la aparición de manchas, la flacidez y las arrugas utilizando cremas solares con el SFP adecuado.

12. Los tratamientos de la piel tras la exposición solar equilibran los niveles de hidratación de la piel y palian los efectos perjudiciales que experimenta la piel durante todo el día bajo el sol. Te recomendamos la línea de solares Sun Zone, que contiene Aloe Vera refrescante que calma las rojeces, revitaliza e hidrata la sequedad de la piel.

13. También puedes sustituir las horas bajo el sol por un eficaz autobronceador con el que conseguirás un bronceado luminoso y natural (sin rastro de daños solares).

14. El cloro de las piscinas diluye la capa de grasa que posee la superficie de la piel, derivando en una pérdida mayor de hidratación. Por eso, después de un día de sol en la piscina, toma una ducha para evitar la tirantez y la sequedad de la piel.

15. Si tu piel es propensa a sufrir enrojecimiento con el calor y las altas temperaturas, prueba a lavarte la cara con agua fría para constreñir los capilares y reducir las rojeces.




Texto: Fotografía: Getty Images