La comida, ¿por qué es una tentación?

La primavera está en su pleno apogeo y cada vez se siente más cerca el calor del verano. ¿Eres de esas personas que les gustaría perder peso antes de que el calor llame a la puerta? Probablemente ya tengas una dieta planificada o una rutina deportiva para llevar una vida más sana. A pesar de eso, lo cierto es que hay algunos hábitos alimenticios poco saludables que son difíciles de dejar de lado. A continuación te explicamos por qué la comida nos resulta tan tentadora

¿Por qué es dificil resistirse ante la comida?

El cerebro humano se compone de una compleja estructura que ha ido evolucionado durante miles de años. Comparado con el desarrollo industrial de los dos últimos siglos, además, nuestro cerebro no ha cambiado demasiado.

 

Existe una parte del cerebro llamada “centro del placer” cuyo propósito principal es apoyar la idea de que para sobrevivir y desarrollarnos necesitamos hacer cosas que nos hagan sentir bien. Cuando hacemos algo beneficioso para nuestro cuerpo, nuestro cerebro produce una sensación de placer que hace que deseemos repetir una y otra vez.

Esta parte del cerebro se ha desarrollado desde los orígenes del hombre en los primeros años de edad. La comida era escasa y el hambre era una amenaza sustancial para la raza humana. Para asegurarse de que cualquier ser humano que viviera en este período de tiempo tuviera una posibilidad realista de supervivencia, la naturaleza le dio a la humanidad una conexión entre la comida y el placer.

Nuestro cerebro no es capaz de detectar la densidad de los distintos tipos de nutrientes presentes en la comida, pero si lo es de reconocer tres ingredientes indicadores del sabor de lo que ingerimos y, de esta manera, identificarlos como algo placentero o no. Estos indicadores son: la sal, la grasa y el azúcar.

Azúcar, sal y grasa

 

En la naturaleza la concurrencia de estos 3 ingredientes es escasa. Incluso en el caso de la fruta que es dulce, solo contiene una cantidad de azúcar moderada en comparación con un caramelo o una porción de tarta. Sólo algunas fuentes de alimentación contienen altos niveles de sal, como las algas marinas. Sin mencionar el supuesto alto contenido en grasa de los aguacates, que no es más que un 22% aproximadamente en comparación con la mantequilla o la leche de vaca que contienen de media un 80%, o los aceites vegetales refinados que llegan a contener hasta un 100% de pura grasa.

 

Cada vez que uno de nuestros antepasados de hace miles de años comiera alimentos que contuvieran nutrientes necesarios para el cuerpo, junto con bajas cantidades de sal, grasa o azúcar, el centro de palcer del cerebro se activaría y expresaría su felicidad al cuerpo. De esta forma la persona aprendería que debería repetir esa misma acción para seguir alimentando a su cuerpo.

 

Aunque desarrollados hace muchísimo tiempo, estos mecanismos continúan siendo iguales y actuando de la misma manera hasta el día de hoy. De hecho, actúan incluso en casos excepcionales ajenos a la alimentación, como en el caso de consumir drogas como la cocaína.

 

Durante los pasados dos siglos, los seres humanos han perfeccionado sus aptitudes industriales y por eso, en la actualidad encontramos fácilmente diferentes versiones refinadas del azúcar puro (azucarillos, siropes…), grasas puras (aceites vegetales, mantequilla o manteca de cerdo) y sal (sal de mesa). Hemos comenzado a desarrollar y consumir productos alimenticios con un alto contenido en azúcar, grasa, y sal, pero nuestro cerebro está aún anclado en aquel entorno pasado en el que aquellos alimentos escaseaban.

 

Alimentos que te enganchan

 

En la actualidad, estamos continuamente expuestos ante la imagen de productos alimenticios que, literalmente, bombardean nuestro centro del placer en el cerebro debido a que contienen cantidades fuera de lo común de grasa sal o azúcar.

 

Particularmente estimulantes para nuestro cerebro son los productos que contienen una alta concentración de los 3 compuestos al mismo tiempo. Algunas de esas combinaciones son tan tentadoras, que una vez las probamos no podemos dejar de comerlas. Estos son sólo algunos ejemplos que afectan especialmente a nuestro centro de placer del cerebro:

  • Chocolate (grasa y azúcar)
  • Patatas fritas (grasa, sal y azúcar)
  • Ketchup y derivados (azúcar y sal), especialmente combinados con una hamburguesa (azúcar, sal y grasa)
  • Patatas fritas con ketchup (sal, grasa y azúcar)
  • Frutos secos salados (grasa y sal)
  • Frutos secos con chocolate (sal,grasa y azúcar)
  • Galletas (sal, grasa y azúcar)
  • Helado (grasa y azúcar)

Como resultado y debido a la estructura de nuestro cerebro que únicamente pretende librarnos de morir de hambre, es fácil verse tentado por este tipo de productos que nos ofrecen esa sensación de placer instantánea en lugar de una correcta nutrición para nuestro organismo.


¿Qué  hacer para resistirse a la llamada de la comida? 

 

  • No dejarse llevar por el hambre voraz ni por el ansia de azúcar. Esto solo hará que tu cerebro te envie directo a ingerir esos alimentos que le proporcionan placer, ricos en grasas, sal y azúcar. En su lugar elige snakes que equilibran los niveles de azúcar en sangre como las Sopas o los Batidos Natural Balance.
  • Come alimentos naturales y no demasiado procesados ni enriquecidos con sal, grasas o azúcares.
  • En casa no te dejes llevar por los alimentos con alto contenido en sal, grasa o azúcar.
  • ten en cuenta que la sal la grasa y el azúcar añadidos en las comidas, Desencadenan el mecanismo del centro del placer del cerebro. Piensan estos 3 elementos la próxima vez que vayas a hacer la compra. Te ayudará a tomar mejores selecciones cuando llenes el carro.

  

Pero lo más importante es no sucumbir ante el pensamiento de “sólo va a ser esta vez” o “solo me comeré un trocito”, porque como has leído en este artículo, tu cerebro te hará querer siempre más.

 

 

Referencias:
1. JE McCutcheon. The role of dopamine in the pursuit of nutritional value. Physiol Behav, [Epub ahead of print], May 2015
2. U Toepl, MM Murray. Human gustation: when the brain has taste. Curr Biol, 4; 25(9), May 2015
3. DJ Lisle, A Goldhamer. The pleasure Trap: Mastering the Hidden Force that Undermines Health & Happiness. Healthy Living Publications, 2006.
4. ND Bernard. Breaking the Food Seduction: The Hidden Reasons Behind Food Cravings. Griffin, 2004
5. JA Corsica, L Pelchat. Food addiction: true or false? Curr Opin Gastroenterol, 26(2): 165-169, March 2010
6. AA Miguel, SC Woods, M Pelchat, PS Grigson, E Stice, S Farooqui, CS Khoo, RD Mattes, GK Beauchamp. Food reward system: current perspectives and future research needs. Nutr Rev; 73(5): 296- 307, May 2015

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