Meditar puede sonar algo intimidante (o incluso aburrido) pero, llevada a cabo de la forma correcta, es la mejor forma de recargar pilas y conectar con uno mismo. Y lo mejor es que no requiere más de 10 minutos de tu tiempo.
Para los principiantes, recomendamos hacer meditación guiada. Se trata de un sencillo ejercicio diario que está demostrado que reduce el estrés y disminuye los niveles de depresión y de sensación de fatiga.
Para empezar, es importante elegir bien el lugar en el que vamos a meditar. Debe ser un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente, ya sea en una silla, un sofá o incluso en el suelo. Aunque se recomienda realizar la meditación en la privacidad de tu casa, también puedes hacerlo en cualquier parte. Tan sólo necesitas un sitio sin molestias ni distracciones.
1. Comienza sentándote erguido, pero sintiéndote cómodo.
2. Coloca las manos en el regazo o déjalas descansar sobre las piernas.
3. Cierra los ojos y concéntrate en tu propia respiración. Haz que desaparezcan todos los pensamientos externos de tu mente. Si no lo consigues y sientes que te bombardean los pensamientos y las preocupaciones, respira de nuevo, intenta concentrarte e inténtalo de nuevo.
4. Inspira y expira de forma profunda por la nariz 4-5 veces y siente cómo tus pulmones se llenan de aire con cada respiración.
5. En la siguiente toma de aire, inspira y expira mientras tensas todos los músculos de los pies.
6. Relaja los músculos de los pies y repite de nuevo.
7. Inspira de nuevo y expira apretando los músculos de las pantorrillas.
8. Relaja los músculos de las pantorrillas y repite de nuevo.
9. A continuación, inspira y expira mientras tensas los músculos de los muslos.
10. Relaja los muslos y repite de nuevo.
11. Abre los ojos lentamente y disfruta de tu cuerpo y tu mente relajada.