Los serums son productos para el cuidado de la piel con una alta concentración de ingredientes activos como antioxidantes, ácidos y vitaminas. El menor tamaño de sus moléculas les permite penetrar en las capas más profundas de la piel, favoreciendo la producción de colágeno a largo plazo y una hidratación óptima. De textura más ligera que las cremas, los sérums aportan nutrientes esenciales allí donde más se necesitan.

Los serums están formulados para tratar problemas específicos que se encuentran bajo la epidermis, como la pigmentación, las manchas de la edad y las arrugas más profundas. Este producto es una parte esencial de una rutina de cuidado de la piel contra el envejecimiento y hay excelentes estudios clínicos que demuestran su eficacia.

No, las cremas hidratantes y los serums desempeñan funciones distintas. Las cremas hidratantes están formuladas para mantener la piel hidratada, interponiendo una barrera protectora entre la piel y los factores externos, mientras que los sérums penetran en profundidad para aportar ingredientes clave. Cada uno de ellos tiene una función única, y excluir uno de ellos priva a la piel de sus beneficios esenciales. He aquí algunos datos que ayudan a distinguir entre los tres:

• Serum: Ligero, se absorbe rápidamente, mejora el rendimiento de la crema de día.
• Crema de día: Hidrata en profundidad, protege de los rayos UV.
• Crema de noche: Aporta un extra de nutrición para la regeneración nocturna.

Aplicar el serum sobre el rostro recién limpio, masajeando el rostro y el cuello. Una sola gota es suficiente, ya que la fórmula es muy concentrada. El sérum se extiende fácilmente sobre la piel y se absorbe muy rápido, dejando la piel lista para tomar una crema de día o de noche, según el momento del día.