Publicado: 20/03/2024 | Autor: Andrea Simons

Todos hemos estado alguna vez frente al espejo, torturando nuestra piel y tratando desesperadamente de exprimir cualquier cosa que se parezca a un punto negro. Pero los pequeños granos que estamos atacando pueden ser filamentos sebáceos, no puntos negros. Descubre qué son y cómo tratarlos.

Sabemos que hurgarse la piel es una mala idea, pero a veces no se puede evitar. Esos puntos negros tienen que desaparecer. Sin embargo, si sientes la necesidad de hurgarte la piel, quizá te interese saber que esos puntitos grises que ves pueden no ser puntos negros, sino filamentos sebáceos (también llamados tapones de sebo), que forman parte del funcionamiento normal de la piel. Entonces, ¿cuál es la diferencia?

¿Qué son los puntos negros?

Los puntos negros son una forma de acné formada por sebo (una sustancia aceitosa y cerosa que ayuda a lubricar la piel), células cutáneas muertas y bacterias que se acumulan en los folículos pilosos, creando un "tapón" que impide que el sebo llegue a la piel. Cuando el "tapón" se expone al aire, se oxida y se vuelve gris o negro, de ahí su nombre.

¿Qué son los filamentos sebáceos?

Los filamentos sebáceos también están formados por sebo y células de la piel, pero suelen ser de color blanco claro o gris, no negros. No obstruyen el poro como los puntos negros, sino que distribuyen la grasa por la superficie de la piel, ayudándola a mantenerse suave e hidratada. A diferencia de los puntos negros, cuando los eliminas, siempre vuelven a aparecer, ¡porque se supone que tienen que estar ahí! No obstante, tanto si tenemos puntos negros como filamentos sebáceos, no queremos que nos salgan por los poros. Pero exprimirlos, por muy satisfactorio que sea, puede provocar poros dilatados y cicatrices. Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir su aparición?

¿Cómo se eliminan los filamentos sebáceos o puntos negros?

- ¡Limpia la suciedad!
Introduce una limpieza con aceite antes de tu rutina habitual, también conocida como doble limpieza. La doble limpieza consiste en utilizar un limpiador a base de aceite para eliminar las impurezas oleosas, el exceso de sebo y los puntos negros, antes de utilizar el limpiador habitual. Se trata de un método de limpieza exhaustivo que hace que nuestra piel luzca suntuosamente suave y limpia. Prueba nuestro Novage+ Comfort Oil-to-Milk Cleanser combinado con el Refresh Gel Cleanser para una doble limpieza perfecta.
- ¡Deja que un ácido haga su magia!
Exfoliantes como el ácido salicílico, presente en toda nuestra gama Pure Skin, ayudan a exfoliar suavemente la piel. El ácido salicílico penetra en los poros para disolver la suciedad y las uniones entre las células muertas de la piel, lo que acelera el proceso de renovación de la piel y cierra los poros, haciéndolos parecer más pequeños. Recomendamos utilizar Pure Skin Deep Cleanse Face Wash, Clarifying Toning Solution y Smoothing Face Scrub.
- ¡Exfolia!
Una suave mascarilla exfoliante como nuestra Pure Skin Pore Clearing Peel-off Mask ayuda a desobstruir los poros y a eliminar cualquier impureza o exceso de grasa que pueda estar colgando en tus poros, lo que significa que no tendrás nada (¡ni siquiera bueno!) asomando por tus poros después de esto.
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